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Cada 7 de julio se celebra esta efeméride. Profesora Monserrat Morales explicó los alcances del consumo de chocolate, alimento que constituye la principal presentación de este fruto.

Día del Cacao: Los pro y contra de consumir chocolate

Los adeptos al chocolate son muchos/as. Aunque los expertos advierten sobre su consumo en grandes cantidades, por el azúcar y grasa que contienen, si su elemento principal es el cacao, hay varias propiedades que pueden servir a la salud.

La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UTalca, Monserrat Morales, explicó que “la materia grasa del chocolate es la manteca de cacao, la que contiene un 35% de ácido oleico, un 35% de ácido esteárico y un 25% de ácido palmítico. El 5% restante está formado por diversos ácidos grasos de cadena corta cuya composición es típica de las diferentes almendras de cacao”, dijo.

Su consumo debe ser moderado ¿Cuántas calorías aporta? Morales señaló que “el chocolate es, ciertamente, un alimento altamente energético, por lo que constituye un excelente suplemento nutricional para atletas o para personas con altos requerimientos de actividad física que necesitan reservas energéticas adicionales (alpinistas, maratonistas, soldados en campaña, entre otras). 100 gramos de chocolate aportan 500 calorías, más que el pan (250 Cal), que la carne (170 Cal), o que la leche entera (70 Cal)”.

Lo recomendable es consumir chocolate negro. La académica explicó que éste contiene más de un 70% de cacao en la mezcla; no así el chocolate de leche que lleva aproximadamente un 45% de cacao en su composición, el resto es azúcar y grasa. “Mientras más elevado el porcentaje de cacao (80 a 85%) y menos azúcar, mejor”.

La profesora de la Facultad de Ciencias de ls Salud UTalca agregó que “aunque el cacao y el chocolate se han consumido durante cientos de años, solo recientemente comenzamos a conocer y a entender los beneficios de este sabroso alimento, los que derivan principalmente de su alto contenido de flavonoides. La idea no es recomendar un consumo exagerado de chocolate, sobre todo a los individuos obesos o con sobrepeso quienes deberían restringir o evitarlo, como tampoco se sugiere con el vino tinto u otras bebidas que también producen efectos beneficiosos en la salud, cuando se consumen moderadamente”.

“Existen muchas fuentes de flavonoides, por lo que la recomendación es combinar adecuadamente el consumo de frutas y verduras en forma constante, pero tampoco privarnos del placer de comer un buen chocolate. Una porción frecuente de chocolate, es sin lugar a dudas, un trocito de más salud.

Sobre su posible poder adictivo existen muchos mitos, dijo la académica. “Científicamente no hay aún explicación para este comportamiento, que es poco comprendido, pero real. Algunos investigadores han aventurado diferentes hipótesis. Varias sustancias presentes en el chocolate, se han considerado como posibles candidatas a producir esta especie de adicción. El chocolate contiene pequeñas cantidades de cafeína, pero una cantidad relativamente alta de teobromina, una sustancia alcaloidea similar a la cafeína. Una porción típica de chocolate negro (40 gramos) contiene 2 a 11 milígramos de cafeína y 20 a 60 milígramos de teobromina, lo que es una cantidad muy pequeña si se compara con el aporte de ambas sustancias a partir de café (137 mg de cafeína y 60 mg de teobromina por porción de aproximadamente 10 g).

Morales agregó que también contiene tiramina y feniletilamina, estructuralmente similares a la anfetamina, y también anadamina, cuya estructura es similar a la canabis. “La combinación de estas sustancias en el chocolate puede parecer casi explosiva, pero no es así, ya que se encuentran en pequeñísimas cantidades, en el rango de microgramos por porción. Un estudio demostró que el consumo de cápsulas de cacao (no de chocolate) conteniendo todas estas sustancias, no modifica el deseo de comer chocolate, por lo que la ansiedad por el chocolate, es una particularidad de este último y no del cacao que contiene”.

Los alimentos debieran ser nuestra medicina y
nuestra medicina debieran ser los alimentos.

Hipócrates